Venezuela afronta elecciones presidenciales complejas para definir su futuro político y económico

Un total de 20,2 millones de votantes están habilitados en Venezuela para elegir en 10 días al Presidente de su país, miembros de los consejos legislativos y representaciones indígenas, entre casi 1.700 postulantes y en medio de un panorama económico y político complejo en esa nación suramericana.

El candidato oficialista del denominado Frente Amplio de la Patria y apoyado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Nicolás Maduro, actual mandatario venezolano, se enfrentará en las urnas a los candidatos Henri Falcón, por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y Avanzada Progresista (AP); el ingeniero en electrónica Reinaldo Quijada, del partido Unidad Política Popular 89; Javier Bertucci, del movimiento ‘Unidos por la Esperanza’, y Luis Alejandro Ratti, quién declinó su postura en apoyo a Falcón.

Los principales contendientes, según las encuestas, son Maduro, seguido de Falcón y de Bertucci. La consultora venezolana Hinterlaces informó en un sondeo de finales de abril que sus encuestas dan como ganador con el 51 % de los votos al Primer mandatario venezolano y que un 71 % de los venezolanos estima que también ganaría las elecciones, pese a su filiación o empatía política.

El sondeo señaló que el 18 % de los votantes manifestaron que Falcón resultaría ganador en la contienda, frente a un 16 % que le apostó al candidato Bertucci.

Éste último se ha convertido en el primer líder político apartado de la polarización que se hace un lugar en las encuestas de opinión, culpando a Maduro de «invisibilizarlo» de los sondeos para ocultar su crecimiento.

«¿Por qué cree que el candidato del oficialismo no me nombra?. Tiene terror porque sabe que le estoy respirando en la nuca. Las encuestas indican 58 % Javier Bertucci, 20 % Nicolás Maduro y 7 % el otro candidato», dijo Bertucci, poniendo a Falcón en tercer lugar.

Sin embargo, los sondeos de opinión difundidos por los candidatos no coinciden entre sí en cuanto al respaldo popular que tiene cada uno, aunque la mayoría de ellos sugiere que Falcón y Bertucci se debaten el segundo lugar.

Maduro se presenta a la liza electoral con su  ‘Plan de la Patria 2019 – 2025’, que contiene propuestas como la consolidación de la educación pública y gratuita, la expansión y mejora del sistema de salud público, la entrega de casi cinco millones de viviendas y el impulso de la criptomoneda Petro, diseñada como una herramienta para solventar los problemas económicos que afronta su país, en medio de una crisis estructural y de sanciones económicas por parte de Estados Unidos.

Mientras, Falcón ofrece su plan de Gobierno ‘La Gran Transformación’, donde promete la dolarización de la economía venezolana, producción nacional diversificada, mayor atención a los servicios públicos y programas de atención social.

Desde Caracas, el politólogo venezolano José Gregorio Rodríguez afirmó a Andes que de ganar Maduro recibiría una “profundización” de la arremetida económica, bloqueos financieros y sanciones por parte de Estados Unidos, la Unión Europea e incluso de países de la región, así como también continuaría la migración venezolana.

“Deberían hacer una propuesta, sea el que sea que quede en la Presidencia, hablar como una especie de política de retorno del venezolano (…) para que puedan contribuir a la salida política y económica que en este momento acontece en el país”, sugirió Rodríguez.

En cuanto a la propuesta del candidato Falcón, el catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV) enfatizó que si la pobreza existe con bolívares (moneda venezolana), continuaría igualmente con dólares como moneda oficial. Además, la Reserva Federal de los EE.UU. podría condicionar con limitantes, con respecto a la masa monetaria del dólar dentro de la economía venezolana.

El Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) firmó a finales de marzo el acuerdo de acompañamiento internacional ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que contará con unos 20 exmagistrados y expertos electorales.

En tanto, el Gobierno venezolano ha solicitado que la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Unión Africana envíen a sus observadores internacionales. Por su parte, la Comisión Electoral Central de Rusia aceptó la invitación y mandará a una delegación para participar en los comicios, según informó la Cancillería rusa.

“El esfuerzo del CNE a nivel técnico, el cronograma electoral apretado (…) hay esfuerzos para dar legitimidad a este proceso, el CNE se ha caracterizado para dar apertura, los acompañantes van a verificar la transparencia”, indicó Rodríguez.

En tanto, el politólogo venezolano Emilio Useche, perteneciente a la Universidad de los Andes, refirió a esta agencia de noticias que existen diversos puntos importantes a destacar en este proceso electoral, como la crisis estructural de la República, que se evidencia en el quiebre institucional del Estado, ocasionado por la lucha de poderes públicos entre el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional Constituyente y el Poder Ejecutivo.

Como segundo punto, refirió que estas elecciones realizan en el marco de “la mayor crisis económica que haya vivido Venezuela“, donde se pronostica una hiperinflación este año de casi 14.000 %, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), y una reducción del 15 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Con este contexto, Useche resaltó que estas elecciones no van generar cambios trascendentales en el corto plazo en la crisis venezolana. “Todas las condiciones están dadas para que Maduro se reelija, a menos que Falcón logre aglutinar el voto de los abstencionistas y logre mantener una afluencia permita sacar una cantidad de voto mayoritaria”, expresó.

Acerca de Maduro, el experto dijo que el actual Mandatario venezolano tiene el desafío de modernizar el aparato productivo del país, eliminar el control cambiario, sentenciar la corrupción y reconocer que existe una fuerza opositora beligerante en la contienda política venezolana.

“Una reelección de Maduro, la tendencia sería la agudización de la crisis, el aumento del flujo migratorio venezolano hacia la región (…) consolidar la tendencia hacia el totalitarismo en Venezuela, y no veo nada positivo de que gane Maduro”, remarcó Useche.

Dolarizar Venezuela es un tema “delicado” donde, dijo, ni siquiera la sociedad venezolana conoce exactamente las implicaciones de una propuesta como esta, donde es “cuesta arriba“ la polarización debido al “acabado aparato productivo”.

La lucha contra el robo y la corrupción es la prioridad de Bertucci, quien tiene una base importante de seguidores, incluso con millones de evangélicos habilitados para votar. No obstante, Useche no cree que este candidato logre capitalizar masivos votos a su favor.

Otro analista venezolano, Gustavo Borges, consideró en entrevista con Andes que las propuestas de Maduro y Falcón son “totalmente antagónicas”.

A nivel geopolítico, los sectores de oposición venezolanos tienen como denominador común su subordinación a agendas y mandatos extranjeros; mientras que Maduro sigue una línea del proyecto chavista de autonomía, soberanía petrolera y apoyo a los bloques financieros políticos y energéticos globales integrados por miembros como Rusia, China e Irán.

“Lo de Venezuela trasciende el escenario nacional (…) si gana Maduro, Venezuela es probablemente el único país que podría capitanear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en función del relacionamiento multipolar (…), si llegara a ganar Falcón, sucedería que Venezuela pasaría a ser nuevamente un país bajo la tutela política y económica de EE.UU. y el proyecto de integración regional se vería anulado”, apuntó Borges, director del portal web sobre análisis político misionverdad.com.

Desde la capital venezolana, este analista detalló que incluso el Estado venezolano podría verse “fragmentado”, debido a que la pugna geopolítica se ejecuta contra la soberanía y las clases políticas “sean del signo que sea”, como por ejemplo, las sanciones estadounidenses que iniciaron en agosto de 2017 de parte del Gobierno estadounidense, que prohíben las negociaciones sobre nuevas emisiones de deuda y de bonos por parte del gobierno de Venezuela y de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). (Andes)

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