Ni bien ingresaron al Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Babahoyo, William De la Torre y Luis Apraez Ramos, fueron recibidos a golpes al interior de las celdas en las que los ubicadon tras recibir orden de prisión preventiva en la audiencia de formulación de cargos.
Ambos ‘cayeron’ en el operativo Avalancha 427 dentro de la operación Jaque Mate 4, que ejecutó el pasado martes la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) en Babahoyo, provincia de Los Ríos.
Según agentes encubiertos, la agitación al interior del centro penitenciario empezó a eso de las 18:00 del jueves cuando ingresaron de a poco los 10 sospechosos que recibieron orden de prisión por delitos como: comercialización de sustancias sujetas a fiscalización, porte de armas, asesinatos y sicariato.
Luego alertaron que había dos internos heridos e inmediatamente fueron trasladados al hospital Martín Icaza, situado a una cuadra del (CRS).
Minutos antes los reos, se tomaron el tiempo de grabar el preámbulo que recibió Luis Apraez antes de ser agredido. En un primer video viralizado en redes sociales se escucha como otro interno le dice a Luis que “todo el mundo lo quiere matar en la calle por faltón y que su cabeza tiene precio”.
Pero luego le recomiendan que diga la verdad y se comprometen a cuidarlo a cambio de ello. Sin embargo, en un segundo video se ve al detenido atado de manos con la nariz sangrando y grupo de personas exigiéndole que hable.La agresión de De la Torre, no fue difundida en redes sociales pero él presentaba una herida de cinco centímetros en la cabeza que fueron suturados en el hospital.
Luego de la atención médica ambos regresaron al CRS mientras sus parientes, en los exteriores, temían que algo peor les ocurra.
Desde la calle Mejía, los familiares de los internos pedían a los policías que los trasladen a otro centro donde la vida de sus allegados no corra peligro.
Pero hasta la tarde ayer eso no ocurría y en su lugar la disposición que recibieron tanto el Jefe de la Subzona N°12 como el director del Centro de Rehabilitación Social, fue el de no emitir declaraciones a los medios de comunicación referente al caso en vista de que está vigente el estado de excepción en los centros carcelarios.
Pero extraoficialmente se conoció que los dos bandos existentes al interior del CRS fueron separados para evitar futuros enfrentamientos.
También que se analiza un posible traslado de los internos a otros Centros de Rehabilitación pero todo estaría en manos de las autoridades, ya que los recientemente procesados tienen cuentas pendientes con internos de otras cárceles y su llegada podría desatar más conflictos al sistema penitenciario. (Extra)
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