La educación de niños y adolescentes se complica en sectores populares de Guayaquil a causa del crimen organizado. Padres de familia se convierten en guardianes de sus hijos y los custodian mientras reciben clases ante el temor de hechos violentos.
‘Vacunadores‘ les piden cinco dólares semanales a los padres de familia. Problema al que se suma la violancia en los exteriores de las unidades educativas. Recientemente ocurrió un asesinato en los exteriores de una escuela en el distrito Nueva Prosperina, el más violento de la ciudad.
Los padres de familia se turna para permanecer por al menos ocho horas en los exteriores de la Unidad Educativa Dolores Ventimilla de la Nueva Prosperina. Decisión que se tomó tras sentir que sus hijos corren diariamente peligro por el aumento de delincuencia en el sector.
Hace 15 días en este lugar asesinaron a uno de sus alumnos. Ante ello, el gobernador del Guayas, Lorenzo Calvas, prometió seguridad de la Policía Nacional y el ejército, pero esto jamás ocurrió.
Por otro lado, en Horizontes del Fortín, la escuela donde este jueves asesinaron a una mujer mientras iba a dejar a su hijo continuó cerrada.
A este complicado ambiente en las instituciones encargadas de la educación en Guayaquil se suman las extorsiones. En Ciudad Victoria a los padres de familia les piden cinco dólares a la semana y ya les han advertido a los profesores que si no colaboran van a poner explosivos. Incluso la semana pasada la institución amaneció rociada de gasolina.
Además en Mucho Lote 1, los padres de la Escuela Inicial Los Andes aseguran que delincuentes han saqueado la unidad educativa seis veces.
Y este sábado 1 de cotubre, nuevos crímenes en Socio Vivienda 2 obligan a suspender actividades extracurriculares de los estudiantes.
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