Brasil pone en marcha operación para combatir la deforestación en la Amazonía

El Gobierno brasileño lanzó la operación «Amazonía Soberana», la mayor acción policial y de fiscalización contra la deforestación en esa vasta región del norte del país y que es considerada como uno de los «pulmones» del planeta.

El Ministerio del Medio Ambiente, a través de un comunicado, señaló que el operativo, que comenzó en el Día Mundial de Medio Ambiente, tiene por «objetivo inspeccionar las regiones con mayor concentración de ilícitos para contener la expansión de los daños ambientales».

Una “megaoperación” coordinada

El plan es coordinado por el estatal Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) y cuenta con 17 equipos especializados integrados por 165 agentes ambientales y 125 policías militarizados y civiles en siete estados de la región: Acre, Amazonas, Maranhao, Mato Grosso, Pará, Rondonia y Roraima.

La «megaoperación», como fue llamada por el ministerio y de cuya duración no se informó, es la mayor en número de efectivos para cumplir órdenes judiciales, embargos y decomisos de madera ilegal. En total, participan 85 patrullas terrestres y cinco helicópteros apoyados con tecnología satelital. La deforestación ilegal, recordó el ministerio, puede derivar «en la aplicación de multas, responsabilidad penal y obligación de reparar los daños causados al medio ambiente».

Esta pérdida de masa forestal en la Amazonía brasileña registró un aumento del 13,7 % entre agosto de 2017 y julio de 2018, período en el que la mayor selva tropical del mundo perdió un área total de 7.900 kilómetros cuadrados, equivalente a unos 1.185 millones de árboles, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), responsable del monitoreo de su cobertura vegetal.

Un problema serio

De acuerdo con la organización ambientalista internacional Greenpeace, el área perdida en la Amazonía brasileña por deforestación en esos dos meses es equivalente a 987.500 campos de fútbol.

Más de 8.500 hectáreas de bosque, el equivalente a 10 millones de árboles, fueron destruidas entre enero y febrero de este año en la cuenca hidrográfica de Xingú, un gigantesco ecosistema en la Amazonía brasileña con una superficie similar a la de España, según denunció en abril pasado una ONG.

De acuerdo con la organización ambientalista Instituto Socioambiental de la Amazonía (ISA), el avance del agronegocio, la ocupación ilegítima de tierras y la construcción de carreteras ilegales han contribuido a la «acelerada» destrucción de la vegetación de ese ecosistema. La cuenca del río Xingú abarca unos 53 millones de hectáreas y está ubicada hacia el norte de Brasil, entre los estados de Pará y Mato Grosso, en la región hidrográfica del Amazonas. (El Periódico)

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