China pide a Bachelet que respete su soberanía tras sus comentarios sobre Xinjiang

China pidió el martes a la responsable de derechos humanos de Naciones Unidas que respete su soberanía, después de Michelle Bachelet instara a permitir la entrada de observadores a Xinjiang y expresara su preocupación por la situación en la inestable región del lejano oeste del país asiático.

China ha dicho que Xinjiang se enfrenta a una seria amenaza por parte de militantes islamistas y separatistas que planean atentados y provocan tensiones entre la minoría uigur, mayoritariamente musulmana, y miembros de la mayoría china de etnia han.

El mes pasado, un comité de derechos de la ONU dijo que había recibido informes fiables de que hasta un millón de uigures podrían estar detenidos al margen de la legalidad en Xinjiang, y pidió su puesta en libertad.

En Beijing, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, señaló que China no quiere que Naciones Unidas se involucre.

 “China insta a la alta comisionada y a la oficina de derechos humanos de la ONU a cumplir escrupulosamente la misión y los principios de la carta de la ONU, respetar la soberanía de China, cumplir sus deberes de manera justa y objetiva, y no escuchar información parcial”, dijo en una sesión informativa diaria.

El Gobierno ha culpado previamente a fuerzas antichinas de estar detrás de las críticas a sus políticas en Xinjiang.

Durante los últimos dos años, las autoridades han incrementado drásticamente la seguridad y la vigilancia en la región. Sus críticos lo comparan con condiciones casi de ley marcial, con puestos de control policial, centros de reeducación y recolección masiva de ADN.

Human Rights Watch ha dicho que la minoría uigur se enfrentaba a detenciones arbitrarias, restricciones diarias a la práctica religiosa y “adoctrinamiento político forzado”.

En su discurso inaugural ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet dijo que el comité había expuesto “acusaciones profundamente inquietante sobre detenciones arbitrarias a gran escala de uigures y otras comunidades musulmanas, en los llamados campos de reeducación en Xinjiang”.

La expresidenta chilena añadió que se habían recibido informes de “patrones de violaciones de los derechos humanos en otras regiones”, y pidió a Beijing que permita el acceso de su personal en toda China. (Reuters)

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