Ramón Vicente Pinargote Álava, de 54 años, fue asesinado de un cartuchazo en el cuarto de su casa, donde se refugiaba de los asaltantes que pretendían robarle su dinero.
Los hechos que han causado alarma en el cantón El Carmen, ocurrieron la tarde de ayer en el sitio Miguel Adentro, del sector La Bramadora.
Epifanía P., pariente, señaló que horas antes a la desgracia, su familiar había viajado hasta el centro de la ciudad para realizar una transacción bancaria. Como acostumbraba transportar grandes sumas de dinero siempre tomaba la precaución de solicitar resguardo policial.
En esta ocasión también lo hizo, pidió a los uniformados que lo custodien mientras él movilizaba 20 mil dólares en efectivo. Los agentes lo resguardaron hasta la casa y luego se fueron.
Fue ese momento cuando seis delincuentes encapuchados aparecieron en tres motocicletas a gran velocidad, alertando a los que estaban dentro de la casa, quienes en un intento de evitar el ataque cerraron las puertas.
Ramón Pinargote se refugió en una de las habitaciones pensando que allí estaría seguro, sin embargo, las insistencia de los pillos eran radicales «queremos la plata», «sabemos que tienes la plata, entrégala, insistían».
En esas circunstancias, uno de los hampones se asomó por la ventana de la habitación en la que estaba el comerciante disparándole sin piedad alguna. Al ver que el hombre estaba mal herido y que no conseguían su propósito los delincuentes huyeron en las tres motocicletas que habían llegado. Tomaron distintas direcciones, dijo un testigo.
Familiares y vecinos subieron rápidamente a don Ramón en un vehículo con la intención de salvarle la vida, sin embargo, en el trayecto falleció.
Inmediatamente se dio la alarma a la Policía que desplegó a varias unidades para rastrear a los pillos, pero no se los localizó.
En La Bramadora los moradores están sorprendidos por la osadía de los pillos a quienes no les importó que cerca a la vivienda de la víctima quedará la fábrica de empacar plátanos y en la que esa hora habían varios trabajadores para llegar y cometer el ilícito.