En la tonga está el sabor montuvio que deleita al paladar

Vivimos en un país lleno de cultura y diversidad. Cada región tiene sus costumbres y tradiciones. La desbordante cantidad de oferta gastronómica en nuestro territorio podría explicar por qué un plato típico como la tonga no es famoso a escala nacional.

Esta receta es propia de las zonas rurales de Manabí. En Chone, cantón ubicado en el centro de la provincia, la historia del orígen de este plato pasa de boca en boca entre sus habitantes.

Preparación 

La tonga está compuesta por arroz, estofado de gallina, un par de maduros y ‘gordito’ de maní, una especie de menestra.

La parte atractiva es la hoja de plátano en la que viene envuelta. La clave para hacer una tonga deliciosa consiste en pasar la hoja de plátano por el fuego de la leña en el fogón. Hacer esto algunas veces ayuda a impregnar el olor y el sabor de la hoja en el arroz y los demás componentes de este plato.

Antecedentes

La historia de la tonga se remonta al tiempo de los indios chonanas. Según los expertos, la receta surgió de la necesidad del montuvio, ante la dificultad para llevar ollas y platos al trabajo en el campo. Por ello, preferían envolver la comida en la hoja de plátano.

No obstante, esta teoría no está asentada en los libros de historia, sino que se ha ido pasando de generación en generación.

En los primeros años desde la fundación de Chone, las personas de gran importancia comenzaron a adoptar las costumbres del campesino, lo cual convirtió a la tonga en un plato tradicional de la región.  (La Hora)

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