ESCALOFRIANTE | Sicarios asesinaron a padre y a su pequeña hijita de 4 años.

Él soñaba con ser el campeón de indor fútbol de su recinto Cuatro Mangas, cantón Quinsaloma, provincia de Los Ríos.

Luego del encuentro deportivo, Jefferson regresó con su familia a su residencia, en el recinto Gallo Giro. Se desplazaron en una camioneta de campo. Él y su gente iban en el balde de madera, lo acompañaban su hija de cuatro años, la madre de la menor, primos amigos.

Y a unos tres kilómetros de llegar a su domicilio, un automóvil los interceptó y les cerró el paso. Eran cerca de las 22:00; la oscuridad de la carretera fue propicia para que cuatro personas les ‘entraran a bala’.

Al inicio los pasajeros pensaron que se trataba de un robo, hasta que les ‘llovieron’ los plomazos.

Escudo de su hija

Una de sus allegadas, quien no reveló su identidad por temor a represalias, dijo que dispararon a todos, sin importarles que iban menores de edad.

En el tiroteo Cevallos se aferró a su hijita, la abrazó fuertemente, intentando cubrirla de las balas. La nena falleció en el instante; tiros en la cabeza, en su pierna y el abdomen acabaron con la vida de la infante.

Su progenitora la cargó entre sus brazos, lloraba desconsoladamente y le pedía que no muriera.

También resultaron heridas cuatro personas más: Guillermo Medina (35 años), Anthony Candelario (22), Félix Candelario (48) y un adolescente de 13 años.

Sin señal

La angustia y el horror acompañaron a los sobrevivientes, quienes cayeron en una desesperación mayor, pues en la zona no había mucha señal de celular, lo que dificultaba las llamadas de auxilio que intentaban hacer.

Pese a eso, Jefferson fue llevado de urgencia a una casa de salud, donde luego se comprobó su deceso.

La Policía Nacional también llegó al lugar de los hechos para recabar información de lo acontecido y se levantaron alrededor de 19 indicios balísticos de calibre 9 milímetros.

Justos por pecadores

El jefe policial del Distrito Quinsaloma, Javier Álvarez, indicó que las personas fallecidas serían víctimas colaterales del ataque armado. El occiso y varios de los heridos no registran antecedentes delictivos.

Al parecer, los gatilleros buscaban a Guillermo Medina, quien huyó del lugar, herido. Él cuenta con antecedentes por tráfico de drogas. Hace un año le mataron al hermano en Quevedo, luego de eso se fue a refugiar por la zona en Pambilar de Calope (Quinsaloma).

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