Expolicía sentenciado por el 30S denuncia soborno

Hace un mes, Marcelo Bonifáz, excabo segundo de la Policía Nacional, salió de la cárcel 4 con la figura de la prelibertad tras ser condenado a doce años de reclusión por intento de magnicidio al expresidente Rafael Correa, durante la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010 (30S).

Pasó en prisión cuatro años, once meses y nueve días ya que obtuvo la prelibertad por buena conducta. Hoy busca justicia, pues denuncia que fue sancionado por los tribunales con una prueba ‘forjada’, y para callarlo le ofrecieron dinero y visas al exterior.

El 30S estaba asignado a la unidad de Tránsito ubicada en las calles Robles y Tamayo, en Quito. A las 20:00 devolvió su arma a su superior, y se fue a dormir dentro del mismo destacamento, pues es oriundo de Riobamba.

La sorpresa vino cuatro años después cuando al llegar a su casa en su ciudad natal fue detenido en medio de un fuerte operativo policial, acusado de magnicidio.

Lo trajeron a Quito un 17 de marzo del 2014 para encarcelarlo.

Su condena en primera instancia se dio en septiembre de ese mismo año. El fiscal Gustavo Benítez preparó el caso.

La principal prueba era una pericia elaborada por un experto dominicano, que comparó el rostro de un hombre que aparece en un video difundido por diario El Comercio que recabó hechos de aquel día, con una foto de Facebook de Bonifáz.

Los resultados de ese peritaje dicen que el rostro del video con aquella foto son «altamente similares», pero «ninguna coincide», reclama el expolicía.

Narró que le hicieron firmar una colaboración para tomarle fotos de todos los ángulos, pero para el peritaje «cogieron fotos del Facebook, y ninguna coincide. Y dicen que yo soy, y así me sentenciaron».

Estuvo recluido con otros cinco expolicías también acusados de magnicidio, y que salieron por buena conducta en los últimos meses: Geovanny Lasso, Eduardo Mullo, Luis Guanotasig, Paúl Getacama, y él.

Otro uniformado es Vinicio Carvajal, que recibió el indulto al aceptar la acusación, porque aparece en un video accionando su arma.

En esos días, vio llegar a la Cárcel 4 al expresidente Rafael Correa, que iba a visitar a un exprofesor de deportes de un colegio privado de la capital, José Valdivieso, acusado de violación a un menor de edad, en el caso conocido como ‘el principito’.

«Eran amigos y le fue a visitar allá, y ahí me le acerqué para hablar con él. Correa me dijo que si yo estaba dispuesto a someterme al polígrafo. Yo le dije que ‘claro’, porque estoy sentenciado injustamente. Dos meses después vino a verme su asesora Pamela Martínez (exjueza de la Corte Constitucional) y unos meses después ella le dijo a mi abogado que la única solución era que yo pida el indulto, y acepte la culpa».

Aunque antes de este suceso, Bonifáz cuenta que intentaron «sobornarlo».

Una semana antes de que el tribunal de primera instancia dicte su sentencia, «me sacan un sábado de la cárcel y me llevan a Criminalística, y en una mesa redonda, un asesor: Santiago Andrade, que se hizo llamar Ramiro Falcón, me dijo que venía de parte del Ejecutivo y vinieron con una propuesta. Me dieron un documento de seis páginas. Ahí decía que el 30S era fraguado, que se habían reunido en Miami unas semanas antes, y era planificado por Fidel Araujo, Lucio Gutiérrez, con los hermanos Isaías, Guillermo Lasso… y que el 30S era un golpe de Estado blando que se salió de las manos. Que firmara eso. Que me daban un beneficio económico».

El ‘beneficio’ eran $150.000, tres visas a España para que se vaya con su esposa e hija. Y como parte de este documento, debía firmar el indulto y aceptar la culpa.

Andrade le había dado un número de celular escrito en un papel para que llame si aceptaba la propuesta. Después de pensarlo con su familia y sus compañeros de celda, decidió que no lo haría. Llamó para rechazar la propuesta, puso el teléfono en altavoz y «¡Pa! me contestó el fiscal Benítez».

Suboficial Víctor Carrillo: “Yo culpo a los fiscales y jueces de haber dirigido (el caso 30-S) sin tener una prueba”
Ante la sorpresa, Benítez -contó Bonifáz- le había dicho que ese número le dio Ramiro Falcón.

«Bonifáz: ¿Doctor Benítez?

Benítez: ¿Qué pasó señor Bonifáz, ya pensó?

Bonifáz: Sabe que nosotros queremos seguir en la lucha.

Benítez: Bueno entonces, hasta luego».

Una semana después fue sentenciado a doce años de prisión.

El expolicía declaró estos detalles en el juicio, pero ninguno de los tribunales lo escuchó.

Es más, tampoco constarían en la transcripción de las actas del expediente judicial. Solo «está lo que les conviene, pues ni siquiera están los testimonios claves como cuando entregué mi arma en el destacamento, nada de eso no está aquí. Los jueces no hicieron nada, como que no pasara nada. Yo denuncié esto, y no está en el juicio».

Ahora que está en prelibertad está preparando acciones judiciales en contra de los servidores judiciales que impulsaron su condena.

Prevé presentar una denuncia por fraude procesal o sumarse a una denuncia por delincuencia organizada que inició el político César Montúfar, en contra de Rafael Correa y otros funcionarios.

Servidores judiciales que actuaron en su caso:

– Geovanny Benítez, aparece en el distributivo de Personal de la Fiscalía General como agente fiscal en Quito.
– Los jueces que participaron en primera instancia fueron Luis Fuentes y Elizabeth Martínez.
– En Corte Provincial: Lady Ávila de Cevallos, Marco Rodríguez, y Leonardo Barriga Bedoya.
– En Corte Nacional: Enrique Villacrés, Richar Villagómez y Édgar Flores Mier.
– El pedido de revisión de la sentencia le negaron los magistrados Miguel Jurado, Marco Maldonado; el juez David Jacho aceptó analizar el pedido, pero la mayoría se impuso. (El Universo)

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