Según la encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (Enedmu) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de junio de 2018, la tasa de empleo global en Ecuador es de 1.6% menos para las mujeres en comparación con los hombres, una diferencia estadísticamente significativa.
En junio de 2018, la tasa de empleo adecuado a nivel nacional fue de 46,1% para los hombres y 29% para las mujeres, lo cual marca una diferencia de 17,1% con respecto a uno y otro sexo.
El docente de la Universidad Andina Simón Bolívar Wilson Araque dijo a Andes que la situación laboral de las mujeres en el país es un reflejo de la forma en la que se desarrolla la producción.
“Muchas veces prefieren que los empleados sean hombres, mientras en subempleo y empleo inadecuado, las mujeres, sobre todo las cabezas de hogar, inmediatamente tratan de buscar cualquier forma de generar ingresos para llevar el pan del día a sus hijos” destacó.
Araque indicó que es común en algunos barrios que las mujeres salgan a vender a las calles, mientras cuidan a los hijos, “tratando de generar dinero por instinto de supervivencia de la mujer”.
Por eso, las mujeres no engrosan el desempleo, pero sí las filas del empleo inadecuado, explicó el catedrático.
Citó que el Banco Mundial en un informe señala que el 33% de las causas para que las personas salgan de la pobreza depende de lo que haga el Estado, con subsidios, inversión pública, etcétera, pero el 66% restante depende de que las personas accedan a una fuente de ingresos permanente.
“Creo que el Gobierno con la ley de Fomento Productivo tiene muchos elementos que tratan de estimular, lo que no se incentivó durante 10 años, para que el sector privado dinamice la economía y genere fuentes de trabajo adecuado”, indicó.
La representante de la Fundación ‘Women for Women’, María Fernanda Corral, aseguró en entrevista con esta agencia que la participación de la mujer se ha incrementado en las empresas desde los años 90 al 2017 en 10 puntos.
“Más mujeres ingresan a las universidades. En ese sentido la brecha se ha cerrado no solo en el país sino en el mundo, es positivo” explicó.
Refirió que el trabajo doméstico recae predominantemente sobre las mujeres, en lo cual ellas emplean 18 horas más que los hombres, mientras en el ámbito rural trabajan tres veces más en labores no remuneradas.
Por ello, afirmó Corral, en ocasiones las mujeres buscan trabajos con horarios flexibles, pero no está implementada en las empresas esa opción.
Aseveró que la sociedad debe desafiar los patrones de los roles tradicionales de hombres y mujeres y por ejemplo en su opinión debería existir permiso de paternidad, una igualdad de género para madres y padres sean corresponsables de los hijos, mientras que el tiempo del permiso debería ser igual para ambos.
“De esa forma no pasa factura el rato que mujer está trabando y se ve en la necesidad de tomar una decisión, si quedarse en casa cuidando a los hijos o no, si la responsabilidad sería compartida”, añadió.
Según Corral, a largo plazo si las empresas quieren tener al mejor talento, deben considerar al 51% de la población y saber que cuando despegan las carreras de muchas mujeres y empiezan a tener hijos, se deben crear condiciones para ejercer el rol de madre y el profesional, comentó.
“La igualdad es buen negocio, es un tema de productividad, cuando se tiene un mejor balance de género en todas las posiciones, los resultados que produce una organización son muchos mayores, es un ganar-ganar”, afirmó.
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