Medidas de restricción por coronavirus agrava la crisis en sector turístico del país

Ni bien el presidente Lenín Moreno terminaba de anunciar el estado de excepción, toque de queda y las restricciones vehiculares para Navidad y fin de año, las llamadas a los hoteles y restaurantes comenzaban a aumentar. Eran los usuarios y turistas que inmediatamente cancelaban todas sus reservas.

Las medidas expuestas ayer causaron malestar y preocupación en el sector turístico, pues sus representantes prepararon y promocionaron con anterioridad sus ofertas, pensando en la recuperación económica, tras meses de deudas y pérdidas por la pandemia del COVID-19, que incluso generó un confinamiento obligatorio entre marzo y mayo pasado.

“Estamos al borde de una quiebra total del sector turístico, había reservaciones para hoteles que querían reaperturar”, expuso Luis Mendoza, directivo de la Cámara de Turismo del norte de Manabí y dueño de un restaurante.

Esteban Fiallos, directivo del hotel Poseidón y presidente de la Cámara de Turismo de Manta, contó que pasadas las 12:00 de ayer comenzaron a llamarlo para cancelar las reservas en su hotel, que estaban por el 65 % e incluso las cenas navideñas ya separadas.

“Lamentablemente las decisiones que se han tomado afectan 100 % al sector turístico, ya que el transporte terrestre también se vería afectado por las restricciones que han tomado de movilización. Las playas obviamente se ven afectadas y en general todo el sector turístico de la Costa es el que sufre las consecuencias del exabrupto del Gobierno”, según Fiallos.

Santiago Guamaní, presidente de la Asociación de Hoteleros de Puerto López, indicó que tenían el 65 % de reservaciones en el cantón que tiene más de 2.000 habitaciones.

Para Paúl Andrade, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos (Aetur), de Manabí, con este anuncio el sector está “casi acabado”.

En El Oro y en Esmeraldas también hay inconformidad. “Ahora van a cerrar la playa. Eso significa que nos quedaremos sin ingresos económicos, estuvimos recibiendo unas 500 personas como aforo permitido…, ojalá eso nos permitan”, dijo Víctor Mora, prestador turístico de la playa de Jambelí, en El Oro.

El muelle de cabotaje, Puerto Bolívar, cierra desde hoy. Las actividades turísticas quedan suspendidas, se anunció. Igual con la playa de Bajo Alto, en El Guabo, donde se prevé ubicar un control policial.

“Son decisiones de última hora que afectan a quienes vivimos del turismo”, agregó Víctor Orellana, presidente de la Cámara de Turismo de Esmeraldas. Él califica como preocupante la situación para los hoteleros, pues ya tenían el 30 % de reservaciones, principalmente en la zona del malecón de Las Palmas.

A eso le suman deudas por servicios básicos, préstamos, pago a empleados y otros. (El Universo)

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