“Si hoy el pasaje de transporte público urbano cuesta 10.000 bolívares, con la reconversión de Nicolás Maduro quedaría en 0,1 bolívar. La moneda de menor denominación es de 0,5 bolívares ¿Cómo dan vuelto?” ¿O subirán el pasaje urbano a 0,5?”.
La inquietud es de @FedericoBlackB, uno de los tuiteros que expresaron su preocupación tras el anuncio del presidente venezolano. Maduro dijo que eliminará cinco ceros a la moneda venezolana como parte de un “programa económico” para salir de la recesión y superar la hiperinflación.
La decisión agravará la crisis de efectivo, debido a que no hay billetes de baja denominación y traerá mucha confusión, dijo al diario El Nacional Henkel García, director de Econométrica.
¿Cómo vamos a pagar el autobús en Venezuela? ¿Dónde están los billetes y monedas? ¿Cómo vamos a fraccionar el bolívar? Lo que ahora cuesta 100.000 bolívares, en poco menos de un mes será 1 bolívar. Muchos venezolanos están desconcertados.
“¿Cómo voy a recargar el teléfono (celular)?, ¿de dónde saco los centavos?”, insistió al referirse a que no hay monedas y que los billetes son escasos.
La reconversión
La reconversión estaba prevista para junio, luego para el 4 de agosto y el miércoles Maduro anunció que sería implementada el 20 de agosto. Y sorprendió con una modificación puesto que serán eliminados cinco ceros al bolívar y no los tres decididos inicialmente.
Maduro mostró una moneda de las nuevas de 1 bolívar y prometió que con la reconversión circulará “un real” o unos 50 céntimos de bolívar.
Una reconversión “es insuficiente porque no se ataca el problema de fondo de la hiperinflación”, dijo Oliveros. El plazo del 20 de agosto “parece insuficiente para las pruebas finales (en los bancos), y especialmente porque no han llegado las cantidades suficientes de billetes”, agregó.
Unas gafas de lectura pueden costar 1.000 millones de bolívares (unos $ 300 a la tasa del mercado paralelo) frente a un salario mínimo de solo $ 1,5. Harían falta 10 millones de billetes de la más alta denominación para comprar los lentes. El efectivo se esfumó y reinan las transferencias electrónicas.
Los nuevos billetes se disolverán como sal en agua en apenas seis meses si el Gobierno no aplica medidas para controlar la inflación, advirtió García.
La gasolina venezolana es prácticamente lo único que no sube. Con un dólar cambiado en el mercado paralelo se pueden comprar 3,3 millones de litros (cada uno a un bolívar).
El absurdo llega a tal punto de que con la moneda de menor valor en el nuevo cono monetario, de 0,5 bolívares (50.000 bolívares de hoy), se podrían adquirir 50.000 litros.
Esa distorsión hace muy probable que el Gobierno se vea obligado a ajustar los precios de los combustibles y de otros bienes y servicios fuertemente subsidiados.
“Tendremos un aumento implícito de bienes y servicios, como la gasolina”, apuntó Oliveros. (El Universo)
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