URGENTE | Lo sacaron en hombros al sufrir paro cardiaco en pleno acto sexual en burdel

Estuvo a punto de morir en pleno acto sexual. Con una camiseta BVD, sin pantalón y, al parecer, con el preservativo en su miembro, fue sacado un cliente de una de las habitaciones de la 18, la popular zona de tolerancia de Guayaquil.

Sufrió un paro cardiorrespiratorio y esto causó un alboroto en el barrio, tanto que su ‘rescate’ fue grabado con un celular y el vídeo fue viralizado en redes sociales.

En las imágenes se observa a los curiosos y policías que esperaban a que el cliente fuera sacado del cuarto donde estaba con una sexoservidora, el pasado viernes.

Los ‘salvadores’

Cuatro de los siete guardias de la 18 se llevaron los aplausos al salvarle la vida al hombre de 54 años, cabello encrespado negro y poblado bigote.

Poco antes de las 12:00, el cliente llegó al sitio y tras escoger a la chica de su agrado en uno de los bares del lugar, subió con ella al primer piso del local y se metieron en el tercer cuarto del lado izquierdo de la escalera.

Al rato, de la habitación salió la sexoservidora alertando que el cincuentón no respiraba. Johana Ramírez, una de las celadoras, fue la primera en llegar al auxilio. “Pensé que era una pelea”, contó. Pero no. En vez de una gresca vio al tipo desnudo, acostado boca arriba en la diminuta cama de una plaza.

No había tiempo para idear un plan. Tuvo que actuar. Y lo primero que hizo fue darle respiración boca a boca. No completó ni 10 soplos y estaban tres de sus compañeros en el cuarto: Darfy López, Gabriel Caicedo y Reyber Valles.

Gabriel hablaba por teléfono con una operadora del ECU-911, gracias a la llamada que hizo un empleado del centro de diversión para adultos y empezó a impartirles indicaciones a sus camaradas.

Darfy le daba reanimación cardiopulmonar (RCP) durante 30 segundos y descansaba brevemente. No recuerda cuántas veces repitió la acción que continuó por turnos entre él, Valles y Ramírez.

Llegó la ambulancia

A Darfy le vino un recuerdo de hace unos años cuando jugaba fútbol y con otros amigos salvaron a un ‘pelotero’. Eso mismo aplicó con el cliente. “Con los dedos le mantuve la boca abierta y con la otra mano le halaba la lengua para que no se le meta en la garganta”, explicó.

Un ruido bucal similar al de toser tranquilizó a los guardias. El infortunado usuario parecía dar indicios de respiración. Hasta ello pasaron ocho minutos y la ambulancia para el socorro se encontraba en la calle.

Una enfermera “chiquitita”, según describió Johana, subió a la habitación con un paramédico. Era difícil que ambos bajaran al descompasado. Entonces Darfy, con ayuda de sus panas, lo trepó sobre su espalda y lo bajó hasta el vehículo.

La heroica acción estaba hecha, pero Darfy y Johana fueron hasta el hospital donde llevaron al ciudadano para asegurarse de que estuviera fuera de peligro y llevar el mensaje a la sexoservidora, quien estaba preocupada.

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