En los últimos diez días, cinco mujeres han sido asesinadas por sus parejas y exparejas en Ecuador. Dos casos han ocurrido en Pichincha y los otros tres en Guayas. La víctima más reciente murió este miércoles en Durán, considerada una de las zonas con más reportes de violencia intrafamiliar.
En la cooperativa San Enrique, cerca del sector conocido como la cantera, estaba tendido el cadáver de Sandra Mina, de 41 años, quien habría sido degollada supuestamente por su exconviviente cuando caminaba a su trabajo.
Ella laboraba en la cocina de un hotel cercano y cada mañana salía de su casa a las 06:30.
El cuerpo de la víctima permaneció un par de horas boca abajo en medio de un gran charco de sangre en un portal mientras agentes de Criminalística recopilaban evidencias. Junto a ella estaban una zapatillas, una funda plástica y una mochila.
Un testigo contó que su victimario “la cortó” y ella avanzó un par de metros y se desplomó.
La muerte de Mina se convierte en el caso 86 de femicidio, según organizaciones sociales que llevan un registro nacional de estos delitos.
Aunque los vecinos de la fallecida mencionaron que jamás escucharon maltratos en la casa de la víctima, los compañeros de una congregación a la que asistía contaron que el domingo Mina habría llegado con varias heridas en el cuerpo, que su pareja le habría realizado con un destornillador y que al parecer tras el ataque, el sujeto habría abandonado de la casa.
Mientras la Policía tomaba el procedimiento y realizaba el levantamiento del cuerpo, llegaron varios familiares de la occisa, entre ellos su único hijo, un joven de 20 años que gritaba y lloraba por su progenitora.
Él responsabilizaba a su padrastro debido a que él era un hombre celoso.
Tras la alerta del crimen, un operativo se organizó en la zona para dar con el sospechoso, que según testigos había huido a bordo de una moto.
El supuesto femicida fue detenido cerca del mediodía en la isla Trinitaria, luego fue trasladado a la Fiscalía del Guayas. (El Universo)