La galería donde están las reses que se venden en la feria ganadera es un andamiaje de hierro laberíntico. Dentro del cuadro, que se ve en su magnitud desde una suerte de tribuna, las vacas, vaconas y terneros desfilan por el trazado de líneas horizontales y verticales.
El mugido de los semovientes se confunde con el bullicio de los ganaderos, quienes llegan desde Guayas, Manabí, Esmeraldas y también del noroccidente de Pichincha.
La feria ganadera de Santo Domingo de los Tsáchilas está entre las que más movimiento genera en Ecuador por la alta acogida de comerciantes del sector que traen, de lunes a jueves, sus cabezas de ganado desde ciudades de la Costa y del noroccidente del país.
En los cuatro días de actividad se colocan al menos 8 000 bovinos a la venta, según datos de la Asociación Provincial de Ganaderos. La facturación alcanza los USD 5 millones, una cifra que incluye el comercio de comida, los accesorios ganaderos, las ventas informales, entre otros rubros.
En las 10 hectáreas del lugar de la feria, el ajetreo se siente todo el día con el continuo ingreso de camiones.
Camilo Rodas, de Quinindé (Esmeraldas), desde una de las barandas de la galería escogió un ejemplar el pasado miércoles 17 de noviembre del 2021, con el fin de incrementar su hato ganadero de leche.
La semana pasada, en cambio, movilizó dos animales de carne, los cuales vendió con éxito. La feria tsáchila es referente en el país y tanto es así que, en la lista de precios de la libra de carne en pie, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, consta como la única de referencia. El precio sugerido actualmente es de USD 0,67.
En 2020, en Santo Domingo de los Tsáchilas se vendió el 11% de vacunos de toda la Costa; de Manabí fue el 44%; de Esmeraldas, 18% y de El Oro, 14%.
Aunque Wágner Vélez, consultor en temas ganaderos, afirma que esas ventas pudieran diferir de la realidad ya que hay transacciones que se hacen en la provincia y en los registros oficiales aparecen en la zona de origen del ganado.
“A Santo Domingo, en más de una década se ha traído ganado de Manabí y de Esmeraldas para la venta, por lo que puede haber un subregistro en las ventas, ya que no se estaría considerando esta dinámica”, sostiene Vélez.
Camilo Rodas, por ejemplo, vende sus reses desde hace ocho años en tierra tsáchila. Este esmeraldeño, incluso, se agremió a la asociación en Santo Domingo porque su mayor aporte se concentra en esta jurisdicción.
El presidente del gremio en Santo Domingo, Vinicio Arteaga, asegura que hay ganaderos de Manabí y Pichincha que constan entre sus afiliados.
El año pasado, las ventas de semovientes en el Litoral decrecieron 12% debido a la suspensión de actividades por la pandemia del covid-19, respecto de 2019. Pero si se compara con 2018, la caída fue del 32%. La región concentra 1 919 767 cabezas de bovinos.
El ganado en tierra tsáchila tradicionalmente ha sido destinado a la producción de carne.
No obstante, en 2020 hubo un cambio: la mayor parte del ganado registrado fue para la producción de leche, según la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
En 2020, el 44% de animales fue destinado para ese fin, mientras que el 31% fue para carne. La tierra tsáchila estuvo al frente del ‘top’ de ganado para leche, frente a las otras provincias costeras.
El ganadero, Jorge Garzón, dice que esto se debió al alto consumo del producto en los hogares, lo cual hizo que el sector diera un ligero giro para satisfacer la demanda. Santo Domingo produjo 100 000 litros diarios más en relación con 2019, año en el cual se produjeron 200 000 litros.
El consultor Vélez indica que 2020 fue excepcional si se toma en cuenta que un año antes de la pandemia el ganado de carne fue el de mayor salida. Entonces, la provincia tuvo un 43% de cabezas de bovinos disponibles para carne y solo un 29% para leche. El resto fue para doble propósito.
Ahora, Santo Domingo trabaja para revertir esa situación dada durante la emergencia sanitaria. A principios de este mes, parrilleros locales y de otras zonas del país se unieron para posicionar a la localidad, como capital de la carne.
Esta iniciativa fue ideada por la Asogan y la asociación de Asadores Ecuatorianos, que, tras tres años de la declaratoria de Santo Domingo como la ‘Parrilla del Ecuador’, decidieron asumir el realce que tiene toda la cadena de la producción ganadera para darle más fuerza.
Be the first to comment