Comerciantes de Manabí y Esmeraldas pasaron de la advertencia a la protesta

La paciencia de los comerciantes de Esmeraldas y de Manabí se acabó ayer. Ellos, desde el año anterior han buscando la forma de hablar con el presidente, Lenin Moreno, para decirle que necesitan reactivar su economía y la del país, “pero todo ha sido en vano”.

Los empresarios y emprendedores ayer lucieron camisetas rojas para recibir y lograr un espacio de diálogo con la vicepresidenta, María Fernanda Vicuña, quien cumplió agenda en Esmeraldas, pero una vez más el intento fue fallido, por lo que optaron por cerrar la principal vía de ingreso a la ciudad.

De acuerdo con el presidente del ‘Plan reactiva Esmeraldas’, Juan Castillo, simultáneamente se hizo lo mismo en Pedernales-Manabí, dos provincias fuertemente afectadas por el terremoto del 16 de abril de 2016 y sus réplicas.

Lo que piden

“Solo pedimos 10 minutos para dialogar, solo 10”, repitió el vocero de los comerciantes, aclarando que no son actores políticos ni buscan dádivas gubernamental o casas, sino créditos de entre 10.000 y 100 mil dólares para reactivar sus negocios.

Para acceder al préstamo no solo se requiere de la palabra del Mandatario, sino la creación de una normativa legal especial que les permita ser sujetos de crédito bancario, debido a que la mayoría está en la central de riesgo.

Los comerciantes afirman que ahora no solamente cumplirán con sus pagos, sino que a través de todo su movimiento económico incrementarán los ingresos estatales por medio de los impuestos y pago de su cuota mensuales.

Todas esas aspiraciones se las manifestaron ayer al representante de la Secretaría de la Gestión de la Política, quien llegó hasta el sitio de la protesta ubicada a 150 metros de la ‘Y’ del León al sur de ciudad, para mediar y lograr la reapertura de la carretera que une a Esmeraldas con Quito y el resto del Ecuador.

Advertencias

El funcionario les aseguró que les agendaría una reunión con un asesor de la Vicepresidenta y un representante de la Secretaría. Los protestantes creyeron en la palabra y suspendieron la paralización que se extendió por casi una hora y media.

Sin embargo, dejaron clara la advertencia de que son 13.000 comerciantes de dos provincias ávidos de ser atendidos; que tienen el ‘poder’ y la voluntad de volver a paralizarse y que, además, desean tener un diálogo directo con el presidente, Lenín Moreno, debido a que perdieron la credibilidad de sus representantes en todos los niveles.

 

Otras acciones de los comerciantes

Los comerciantes de Esmeraldas y de Manabí, quienes suman 13.000 según sus registros firmados, en 2017 protagonizaron una marcha con camisetas blancas y el 31 de diciembre todos de negro se arrodillaron frente a la refinería para recordar a los 674 ecuatorianos que murieron por los efectos del terremoto del 16 de abril de 2017.

(Tomado de La Hora)

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